AMIGOS de ... 

MUG (Eduardo Bollini).

MENDOZA:
"Rinoceronte Pequeño"


Esta cuarta expedición organizada por MUG con camionetas 4x4 y motos enduro tuvo un objetivo doble, basado en anteriores expediciones inconclusas.

La primera parte estaría dedicada a intentar unir el Valle Hermoso (detrás de las pistas de esquí de Las Leñas), con el Valle Noble por la cual discurre la huella carretera que sale a Chile, al pié de los volcanes Peteroa y Planchón (que le da el nombre al paso internacional).

No sería tarea fácil. Hace ya unos años lo intenté infructuosamente y publiqué en este mismo sitio Esquivo Camino, con el relato, mapas y fotos de aquella fallida expedición, dejando el desafío abierto.
Unos años después el grupo T.A.T. recogió el guante e hizo su malogrado intento.
MUG, ahora con una avanzada de motocicletas intentará lo suyo.

La segunda parte de esta travesía también estará dedicada a arribar a un sitio en el sur de Mendoza que desvela al grupo de motociclistas liderado por Néstor Queralt que hizo ya sus tres intentos: Pampa del Rayo (1)   Pampa del Rayo (2) y el tercero que compartiera con el mismísimo MUG, quien lo relata en Pampa del Rayo (Mixta)

Estoy hablando de las lagunas Fea y Negra, en el límite entre las provincias de Mendoza y Neuquén y muy adentradas en la cordillera de los Andes.
Este intento sería por el norte, desde las cercanías del paso del Maule o Paso Pehuenche.

Eduardo Cinícola          


Rinoceronte Pequeño

Escrito por MUG el 28 de Marzo de 2.005 a las 09:28 en el Foro de BsAs4x4.com.ar


Introducción

Cada vez que nos juntamos, comentamos el escaso nivel de actividad off-road que se desarrolla actualmente. Casi siempre coincidimos en que uno de los factores limitantes es el económico, ya que el precio de los combustibles, repuestos y lubricantes se han ido al demonio. Eso parecería explicar en parte la apatía generalizada y la falta de entusiasmo por salir aunque mas no sea a "barrear" un rato a Talavera.

Pero tambien hay que admitir que una de las principales razones de la falta de salidas programadas es que hay cada vez menos iniciativas de la gente que históricamente armaba cosas importantes, y que nos quitaban el sueño una semana antes de partir pensando en los viajes y lugares que haríamos junto a ellos.

Y no los culpo, todo lo contrario, hay que agradecerles todo el trabajo que se tomaron para que muchos de nosotros hiciéramos nuestras primeras armas en el 4x4.
Por eso es importante que se renueve la sangre, para que los que están cansados o desanimados encuentren en otros la posibilidad de "prenderse" en travesías que les devolverán el gusto de dormir en carpa y comer fideos a la vera de un río.
Esta travesía que acabamos de realizar me mostró claramente que esa renovación esta en marcha, y que se están formando nuevos "conductores" que están enormemente capacitados para llevarnos cada vez mas lejos, cada vez mas alto, cada vez más rápido.

Hablo de los bípedos como Santiago Larroquette, quien además de dominar su moto con maestría, reconoce los terrenos a veces mejor que los propios lugareños, y sabe "leer" el terreno de una manera sorprendente; o Pepe De Lisio, que además de ser por afano el más rápido es un guía espectacular; y Damián Domber que ya aprendió tanto de camionetas que tiene perfectamente claro por donde meter una caravana de chatas sin tener que bajarse ni a mirar el camino.

Y hablo tambien de Javier Pla, que demuestra cada vez que salimos que conoce a fondo los lugares que transita, su historia, su geografía y geología, y que sin dudas en poco tiempo será una fuente de consulta casi obligada antes de encarar una travesía.

Y muchos otros amigos, por supuesto, como Andresito Gutovnik, Fer Rubio, El Colo, Néstor, Rómulo, Eduardo (Viajeros), y tantos otros que siguen empujando y aprendiendo para nosotros.

Por todo esto es que una de las principales satisfacciones que me traigo de este viaje es la renovada esperanza de que las ruedas se seguirán moviendo, y que cada vez tendremos mas y más propuestas para viajar, conocer y disfrutar de nuestro país.


 


Capitulo 1: Rinoceronte Pequeño se pone en marcha

Esta salida se armo casi en 1 semana. La estuvimos pensando un rato con Néstor, y de inmediato nos entusiasmamos y se armo la salida. Lamentablemente el Comandante esta vez no fue de la partida porque no le dieron el alta medica, así que me dejo con el honor de ser el único que ha participado en las 4 salidas mixtas: Pampa del Rayo, Bandidos Rurales, Techo-3 y Rinoceronte Pequeño.

Después de algunas bajas de ultimo momento, la banda quedo conformada por 6 bípedos y 4 sapiens:

Bípedos

  • Santiago
  • Pepe
  • Damián
  • el Doc
  • Actitud 23
  • Bindela

Sapiens

  • SW4 con Carlitos Correia y Javi Pla
  • Cherokee mega-ultra enfierrada hasta los huevos de Calze
  • Toyo 3.0 de Hugo Antonietti
  • Montero V6 con Tato y Mug
Cada uno por su lado viajo a Malargüe, donde el jueves a las 0800 arrancaba la primera etapa de Rinoceronte Pequeño.
 


Capitulo 2: Objetivos del viaje

Como desde el Ozi todo parece fácil, nos pusimos unos objetivos bastante exigentes. En una primera etapa pretendíamos unir el Valle Hermoso con el Valle Noble. Y en la segunda etapa queríamos llegar lo mas cerca posible de Laguna Negra desde el norte, por Poti Malal.
Para los que no tienen muy en mente cual es la zona, pueden ver la 3569-III Malargüe Satelital o la 3569-III Malargüe Topográfica.
 


Capitulo 3: ¿Por qué se llamó Rinoceronte Pequeño?

Cada una de las travesías anteriores estuvo bautizada en honor al destino que perseguíamos. Pampa de Rayo, Bandidos Rurales y Techo-3. Pues resulta que para esta 4ta salida el nombre debiera haber sido "Uniendo los Valles Hermoso y Noble y Laguna Negra desde Poti Malal".
Un embole.

Hasta que de la mano de un hecho que nos hizo reír mucho, resultó el nombre de esta 4ta salida conjunta.

Resulta que el viernes a la noche dormimos en Malargüe en un hotel muy bonito. Cuando nos levantamos el sábado a la madrugada, Tato se mata de risa y me muestra un pie hecho pelota.
- ¿Qué te pasó boludo?
Y Tato nos contó que tuvo un sueño en el que era perseguido por un "rinoceronte pequeño" (sic), que lo obligo a treparse a un poste en Márquez y Panamericana (?).
Cuestión que cuando Tato se sintió amenazado de muerte, tomó coraje, tomo carrera y le zampo un patacón al rinoceronte pequeño. Fue en ese instante que se dio cuenta que era sueño, y el patadón se lo pegó a una pared de ladrillos con el grueso ese rugoso tipo salpicré, así que se hizo moco todos los dedos. Y el boludo encima se reía como un chico...

 


Capitulo 4: El primer fracaso

Según estaba en nuestros planes, arrancábamos a las 0800 de Malargüe. Como ya es una sana costumbre, los sapiens estabamos con tanque lleno y el mate listo puntualmente, aun los que habíamos llegado a las 2 de la matina y habíamos dormido en la chata. Hugo nos moduló desde la entrada de Malargüe que se iba derechito a Las Leñas. A las 8 y 2 minutos arrancaron Carlos con Javier y Calze, mientras que con Tato nos fuimos a ver si encontrábamos a los bípedos, ya que para variar no estaban en el QTH a tiempo. Una vuelta por Malargüe, pero los pibes no están. Ya en marcha hacia el punto de encuentro, lo vemos venir a Santi a los requetepedos para alcanzarnos, y con cara de dormido nos dice que no los despertaron y no sé que otra sanata.
Dimos la vuelta y fuimos a cargar todos los bártulos de los bípedos, mientras ellos se ponían los trajes anti-desmierde.

Salieron bastante después que nosotros, lo que tendría una lamentable consecuencia unas horas después.
Reagrupamos con nuestros compañeros en la YPF de Las Leñas, y metimos trompa hacia el Valle. Eran como las 10 de la matina, y los bípedos todavía no aparecían.

Fuimos bajando ese hermoso camino hasta la laguna del valle homónimo, y con Javier empezamos a preocuparnos porque los niveles del Torrecillas en los distintos puntos que hacíamos contacto estaban más caudalosos de lo que nosotros recordábamos de nuestras respectivas visitas anteriores.

Finalmente legamos a un lugar donde se podía vadear el río. Había claras huellas que el lugar era ese, estaba bien marcadito.
Estando Calze con nosotros no había dudas que el primero en probar tenia que ser el monstruo, así que Edu tiro la Cherokee al agua, y sin despeinarse cruzo el río.
 



Edu tiro la Cherokee al agua, y sin despeinarse cruzo el río.


Atrás pasamos la Mitsu, que no tiene las mismas cotas, y embarcamos algo de agua, aunque la corriente no nos saco de curso y llegamos a la otra orilla sin drama. Atrás cruzaron Carlos y Hugo, y en ese momento llega un camión MB1114 4x4 color naranja.
Nos miramos entre todos como diciendo "¿Qué carajo hace un camión por acá?"
El tipo vadea lo mas choto, fumándose un PallMall, y cuando para lo atoramos a preguntas.

Resulta ser que el camión estaba yendo a desarmar una base que estaba al otro lado del Santa Elena, donde había un campamento semi-permanente donde llevan turistas a caballo, les cobran 7 gambas y les preparan la comida, les lavan la ropa y les hacen pensar que están en el lugar mas recóndito de la tierra. Y claro, son malayos pero no boludos, los boludos somos nosotros que nos creemos que la Argentina es nuestra.

Para llegar hasta el campamento faltaba sortear una zona derrumbada que había impedido el avance de Rulemán, Javier, Diego H. y demás muchachos unos meses antes, así que le preguntamos a Don Camionero como carajo hacían para pasar y bordear el Arroyo de la Carga, a lo que nos contesto que habían limpiado toda la zona, y que pasábamos sin mucho laburo. ¡La puta madre, nos pavimentaron la huella !!!!

Mientras nos mordíamos el labio de bronca, vemos aparecer a los bípedos en una nube de polvo.
 



Aparecen los bípedos en una nube de polvo


De orilla a orilla les grito que pasen con el motor apagado, que el agua no daba mas alto de la cintura.
No quisieron saber nada de mojarse, y con un ingenio abrumador se fueron 100 metros río arriba donde había tendido un cable de acero que transportaba una canasta como para cruzar dos cristianos a la vez.
Los repartidores de pizza con mucha habilidad colgaron la primera moto con zunchos abajo de la canasta, y con un bípedo arriba agarrado del cable.
La tiraron para el otro lado, donde recibimos la moto y al bípedo más joven que estaba feliz de jugar al comando volador.
 



Actitud23 volando sobre las aguas.


Mandamos la cesta de vuelta, y lentamente se repitió la operación, cruzando moto tras moto. Cuando vimos que tenían la cosa dominada, decidimos seguir camino a ver con que nos encontrábamos.

Ni bien llegamos al borde del Santa Elena, reconocí el lugar por las fotos que me había pasado Rulemán, pero se parecía muy poco a la peligrosa ruta que me habían relatado. En efecto, estaba todo alisado por el paso de los camiones, así que nos tiramos para abajo, al fondo del valle. Fuimos serpenteando junto al arroyo de la Carga, mientras el valle de a poco se cerraba.

Tratábamos de adivinar por donde corno se cruza el Cerro Mesa, que es la ultima gran barrera para llegar al arroyo Tiburcio, y de ahi al sur al Valle Noble.
Primero cruzamos una construcción de piedra en territorio Malayo donde paradójicamente ondeaba una bandera Argentina.

Bajamos a investigar un poco, un par de fotos y seguimos marcha.
 



Cuando ya estabamos próximos a lo que quedaba del campamento que estaban desarmando, sentimos de pronto un fuerte olor a nafta que emanaba del Montero. Seguimos un poco mas hasta el campamento y nos bajamos con Tato a investigar, y...

¡Oh sorpresa!!!

El tanque de la Mitsu tenia un flor de bollo y un tajo tipo hachazo de unos 5 a 7 cm. de largo, por donde se nos escapan litros de nafta a borbotones. De raje Tato se tiro abajo con un embudo y un bidón a tratar de recuperar parte del precioso combustible, mientras Calze nos prestaba unos bidones extra y un embudo de mas capacidad. Solo logramos salvar algo de 30 litros de los casi 80 que quedaban en el tanque.

Mientras esto ocurría, escuchábamos como por radio les modulaban a los que estaban desarmando el campamento que la patrulla Malaya había detenido en el lugar a nuestros bípedos, y que los obligaban a pegar la vuelta. Así mismo comunicaban que habían notificado a Gendarmería para que nos cerrara el paso en el caso que quisiéramos "desacatarnos" y tirarnos a cruzar el Mesa.

Nos pusimos a putear contra Malasia, los Malayos, la bandera Malaya, la historia Malaya, la comida Malaya, el gobierno Malayo, y los corruptos funcionarios argentinos que entregaron la zona y permiten que nos traten como argentinos en Malasia.
 




Mientras con Tato y Charlie nos quedamos reparado el tanque con masilla epoxi, Calze y Hugo fueron a meter trompa en el único lugar por donde teóricamente se puede cruzar el Mesa. Avanzaron bastante hasta el Portezuelo, pero era inutil insistir, teníamos que pegar la vuelta si o si para reunirnos con los bípedos, ya que además de que no los íbamos a largar duro teníamos su equipo de acampe. Por otro lado, la reparación del tanque de la Montero no nos ofrecía garantías como para seguir adelante mucho mas tiempo con combustible escaso.

Reagrupamos, liquidamos varios salamines y un par de tintos, y emprendimos el regreso a Malargüe, donde esperábamos encontrar a nuestros compañeros y reparar el tanque averiado.

 



El Torrecillas nos vigila


Cuando llegamos a la YPF Las Leñas le echamos nafta al Montero, y comprobamos que no perdía ni un poquito. Ahi mismo nos encontramos con un tipazo, Dieguito Lete, que andaba de vacaciones con la flia. en su SW4.
Llegamos a Malargüe a eso de las 20, y mientras nos tomábamos unas cervezas con los bípedos y revivíamos la jornada, ya nos afilábamos para el día siguiente.

Conseguimos hotel medio sufriendo. Fuimos a cenar chivito todos juntos.
Apurados nos fuimos a dormir para que Tato pudiera darles patadas a los Rinocerontes Pequeños
 



Continúa...